Las pruebas de fin de línea o End-of-line (EOL) tests frecuentemente se olvidan en los presupuestos y planificaciones.

No contemplarlos provocará desvíos importantes en los presupuestos de desarrollo, fabricación y en la planificación. Además, puede provocar que centenares de piezas vayan a la basura. Si llegan productos defectuosos a los clientes, la pérdida de reputación y credibilidad será irrecuperable.

Conocer su importancia y qué debes tener en cuenta te permitirá anticiparte a sobrecostes y desvíos de la planificación además de poder entregar un producto con mayores garantías y calidad. Y lo más importante, no tener clientes insatisfechos que puedan hablar mal de tu producto ni de ti.

A continuación todo lo que necesitas saber para que esto no ocurra.

Qué son las pruebas de fin de línea

Las pruebas de fin de línea son pruebas funcionales que se realizan a los dispositivos en fábrica tras su ensamblado para validar que su funcionamiento es correcto. Consisten en utilizar las funciones del dispositivo y comprobar su funcionamiento.

Su objetivo es asegurar el funcionamiento del dispositivo y de sus conexiones externas tras su ensamblaje.

Durante las etapas de fabricación y ensamblaje, es posible que se dañen algunas piezas o que haya defectos que sean indetectables hasta que no se use el dispositivo de manera realista. También algún componente puede venir en un lote defectuoso. Realizar las pruebas de fin de línea permite garantizar que el dispositivo fabricado realiza las funciones para las que ha sido fabricado.

En etapas tempranas del ciclo de vida del producto además pueden detectar errores en el diseño.

Como afectan a la planificación y al presupuesto

Las pruebas de fin de línea impactan especialmente en el coste de fabricación, aunque también pueden implicar un desarrollo extra: firmware de test, un utillaje especial, software de automatización, etc.

El del coste de fabricación es el más importante y el que a menudo más se subestima. Es muy difícil calcular a priori el tiempo que necesitaremos por unidad para realizar las pruebas ya que en etapas tempranas es muy complicado saber con certeza muchos detalles del producto que se cerrarán durante el desarrollo.

Para calcular el coste de fabricación necesitas estimar los segundos por unidad fabricada que se requieren de pruebas. También conocer los utillajes o herramientas que necesitas para poder realizarlos. Este coste tendrás que repercutirlo entre todas las unidades a fabricar durante el ciclo de vida del producto.

Es conveniente también considerar si desarrollaremos firmware dedicado a los tests. Este firmware permite acceder de manera directa a funcionalidades evitando tener que realizar todos los pasos que se espera que haga un usuario pero que no aportan nada de cara a la validación del producto. Un firmware de test bien diseñado permitirá reducir de manera considerable el tiempo necesario de pruebas por unidad fabricada, repercutiendo directamente en el coste unitario del producto.

Ten en cuenta que cuando solicitas un presupuesto a una empresa de fabricación electrónica, generalmente no presupuestarán el tiempo de test ya que ellos no tienen por qué encargarse de ello y tampoco conocen las funcionalidades del producto. Si quieres estimar los costes deberás pedirles presupuesto para el tiempo que estimes por unidad de tiempo o bien pedirles una estimación en base a un listado de pruebas que tendrás que detallarles. Toma este presupuesto siempre como una orientación, hasta que no se haga la primera tirada no tendrás certeza de que el coste presupuestado te lo puedan mantener.

Si hiciste una buena estimacion y fuiste conservador, es posible que una vez tengas el primer dispositivo fabricado puedas optimizar las pruebas sobre un escenario real, permitiendo reducir costes.

Conclusiones

Las pruebas de fin de línea permiten garantizar que los dispositivos fabricados cumplen con las funciones necesarias. Es fundamental considerarlos cuando estás diseñando un producto tanto para la planificación como para el coste unitario de fabricación.

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